viernes, 16 de marzo de 2007

Asas de cubo contra manijas de balde



Se dispuso a como su antepasado el minotauro, adentrarse en aquel laberinto de pasillos poblados días si días no, por una marea de forasteros que parecían enojados con su presencia. La puerta norte sirvió de entrada al recinto, a su derecha el lugar de los medianos, solo unos pocos, pero suficientes como para generar un murmullo ensordecedor que a no pocos valientes habría quitado el habla. Frente a él una escalera que tendría a bien elevarle hasta el núcleo central de aquella enorme trampa. Desde arriba no podía verse perspectiva alguna de cómo había de ser esa planta. Las visiones de recintos familiares se sucedían una tras otra con un armonioso orden difícil de interpretar. Como si del paso por la casa de uno se tratara, igual sillones había, que lisas superficies que devolvían nítidas imágenes, que lugares habilitados para cocinar manjares. Cualquiera no adiestrado para soportar aquello, se dejaría llevar como lo hacían los miles de muertos que convertidos en zombies deambulaban por las contiguas estancias.

De las muchas veces que allí estuvo, pudo ver lejanos y aguerridos visitantes de todas partes y culturas. Como si de una torre de babel se tratase, allí peregrinaban buscando tesoros gentes de aquí y de allá. Una vez incluso, escuchó como alguien del otro lado del gran mar contaba distraído como le costó entender el significado de “asa de cubo” y como finalmente ocurriósele que hablaban de “manijas de balde”.

Al bajar, dejando atrás los recintos lavatorios, accedió al jardín de este laberinto frondoso y cercano a aquel abierto y espacioso lugar. Aquel lugar donde debía de proveerse de todo aquello que necesitaría hasta su regreso aquí.
Pensó: Ha sido duro, algunos casi desmayan en el empeño, pero al fondo se puede ver la barrera final, aquella que nos separa de la salida sur y ante la cual deberemos esquilmar nuestra plata.

Nunca más me dejaré llevar por la publicidad. No creo en la independencia de esta república. Maldito ikea se dijo.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Mallas en la noche


"Vosotros sois diferentes. Sois tan... perfectos."
J.F. Sebastian
BladeRunner

Es asombroso lo fácil que es llevar una doble vida. Lo fácil que es parecer un hombre sencillo y respetable con ponerse un traje y una corbata. Lo sencillo que es camuflarse bajo unas gafas de pasta.
Nadie sospecharía que por las noches me enfundo en mis mallas apretadas y deambulo hasta las tantas en busca de acción, de chicos malos a los que castigar. Nadie pensaría que bajo esta chaqueta se esconde un pecho acerado y que bajo esta camisa de rayas hay unos brazos de musculación perfecta. Que dentro de esta cabeza se esconde una mente atormentada.
Comencé a mentir para proteger a mis padres de comentarios maliciosos. Ellos lo aceptaron enseguida pero la gente utiliza todo lo que es distinto para intentar hacer daño. Desde hace algún tiempo la verdad es que no se de que me escondo, imagino que lo sigo haciendo por rutina.
Durante un tiempo me avergonzó no ser como los demás niños. No poder jugar al fútbol americano y salir con las chicas después del partido a confesarle mis secretos. Pero un día comprendí porque no podía ser. Yo estaba aquí para algo más.
Y es que aunque nunca fui como ellos al final me acabaron aceptando e incluso me consideran su evolución. Por eso me llaman: Superman.
La imagen es de este fotoblog